Ante la preocupación global sobre el impacto del mercurio, en el 2002 se publicó la primera evaluación mundial sobre este componente. Ante el evidente daño de la sustancia, se concluyó que se debe proteger la salud de los ciudadanos, cuidar los recursos naturales renovables y el medio ambiente, en cada país. Así Colombia decidió reglamentar su importación, exportación, almacenamiento, de toda actividad industrial, hasta que sea inexistente, según el artículo 3 de la ley No.1658:
Erradíquese el uso del mercurio en todo el territorio nacional, en todos los procesos industriales y productivos en un plazo no mayor a diez (10) años y para la minería en un plazo máximo de cinco (5) años. El Gobierno Nacional dispondrá de todos los instrumentos tecnológicos y las respectivas decisiones con los entes y organizaciones responsables del ambiente y el desarrollo sostenible.
De esta reglamentación, no quedó exento el sector salud, el que tiene por tradición el uso de termómetros que contienen mercurio. Bogotá es de las pocas ciudades que acata la norma, debido a que en el 2015, en el mes de septiembre; 1.200 de 12.000 prestadores de servicios de salud en la ciudad, presentaron un plan de acción para sustituir los dispositivos, según el Espectador.
La Resolución 0159 de 2015 tiene como fin eliminar el uso de termómetros y tensiómetros que contenga mercurio, para sustituirlos por alternativas más seguras y tecnológicamente no contaminantes en las Instituciones Prestadoras de Servicios de Salud (IPS).
Según la Secretaría de Salud por medio de un comunicado, dice que pueden aplicarse sanciones a los que no cumplan con la norma:
Vale decir que este acto administrativo contempla la aplicación de medidas sancionatorias y de seguridad (establecidas en la Ley 9 de 1979) para aquellas entidades que no cumplan el articulado de la Resolución, y comprende el inicio de un proceso sancionatorio y multas de tipo pecuniario.
La suscripción de Colombia en el 2014 al Convenio de Mimata sobre el manejo del mercurio, representa el trabajo conjunto de la comunidad internacional para mitigar estas problemática global. Por esto, las IPS – uno de los afectados- se les recomienda iniciar planes de contingencia para el reemplazo progresivo de equipos o termómetros que contengan dicha sustancia para no ser sancionados en el futuro cuando hayan más controles.
Para leer la Ley 1658 del 15 de julio de 2013:
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